¿Qué es un “acto de repudio”?

Ante la polémica que se ha suscitado en España por la aparición y practica de los escraches en la escena social y politica de este país, he decidido poner en la red este artículo que  escribí en el año 2005 y que explica de manera pormenorizada los ‘escraches” que al buen estilo del totalitarismo castro comunista han venido ocurriendo en Cuba desde el año 1980, cuando acontecen los eventos de la Embajada del Perú y el éxodo del Mariel. Aquí les dejo el artículo:
Por: Eloy A González.
El presente artículo va dirigido a aquellas personas que no son cubanos, y por tal motivo no conocen lo que es un: “Acto de Repudio”
En Cuba, donde se ha entronizado una dictadura totalitaria desde hace 46 años, los actos de repudio surgieron en el año de 1980 cuando los eventos de la Embajada del Perú; donde en apenas 48 horas más de 11 mil cubanos irrumpieron en la Embajada peruana en la Habana para solicitar asilo político. Esto trajo como consecuencia inmediata el establecimiento del puente marítimo del Mariel, por el cual 136 mil cubanos salieron hacia los Estados Unidos.
Estos eventos representaron un fuerte golpe para la dictadura castro- comunista, e hizo tambalear al régimen. La respuesta  del gobierno fue establecer los así llamados “actos de repudios” contra aquellos o aquellas familias que trataban de salir de Cuba por el puente marítimo creado con la autorización del gobierno. Turbas desenfrenadas cargadas de odios, acosaban y agredían de forma verbal a los humildes ciudadanos que solo pretendían salir de la Isla. El régimen estableció como premisa y practica vergonzosa el linchamiento verbal, lo cual han llegado hasta el presente como norma miserable de conducta represiva.
Pero, ¿qué es en realidad un “Acto de repudio”?. Este acto de agresión verbal o linchamiento va dirigido contra aquellos que en Cuba, muestran una actitud de cuestionamiento del régimen dictatorial imperante, de tal suerte que pueden ser objetos de actos de repudio: activistas de derechos humanos, periodistas y  bibliotecarios independientes, miembros de organizaciones civilistas no oficiales, etc. Es decir aquellos que dentro de la sociedad cubana son catalogados de “enemigos de la revolución” por pensar de forma diferente.
Un acto de repudio solo puede tener lugar en una sociedad envilecida, donde el odio es política de Estado. La Revolución en Cuba es una obra de maldad de principio a fin, lo abominable es su signo distintivo. No hay margen para la piedad; esta resulta vergonzosa para mentes torcidas por una ideología perversa e infausta. Somos un pueblo que a fuerza de odiar, solo conocemos los caminos de la iniquidad por donde transitamos con los corazones endurecidos, envenenados por las palabras y discursos interminables de contumaces engañadores, que empeñados en mantener el poder a toda costa, empujan a los ciudadanos a ser partícipes de las más bajas pasiones y de los actos más abominables.
Son las autoridades del gobierno, los miembros del Partido Comunista y sobre todo los miembros de la  deleznables policía política, los que se encargan de organizar estos actos; arreando a una turba de desalmados que sitúan al frente de las viviendas de las víctimas propiciatorias de estos vándalos de solar. Los ciudadanos-victimas, leales como son a sus nobles ideas, se ven acosados sin poder salir ni entrar a sus viviendas por horas y a veces días.
Esta turba desalmada, bien organizada y cruel,  ocupan todo su tiempo en lanzar todo tipo de ofensas, obscenidades e insultos sobre una pobre familias acosada y sujeta a su reducido espacio vital que es su vivienda; trasmitiéndole una sensación de impotencia, vulnerabilidad  y quebranto.
De esta forma empieza la turba a gritar: -¡“ahí dentro están los gusanos, parece que tienen miedo, no salen, si salen los vamos a partir (agredir)”! Otro desalmado, alza su voz para decir: -¡“entrega la olla y la junta que te dimos, descarada”!. Porque hay que ver que esta familia no se merece que se le entregue una olla para cocinar y su correspondiente junta. No, eso es un donativo de la Revolución y en tal sentido esta no pude ser generosa con sus enemigos.
Sigue la agresión verbal: -¡“estás haciendo café descarada, prostituta, mercenaria, danos café y prepárales tilo a esos cobardes. Te vamos a tumbar la puerta con un pata de cabra”!. Pero desde la casa no hay respuestas a las ofensas, solo silencio, el necesario como para no dar lugar a que la turba pase del ataque verbal a la agresión física. -¡” Mercenaria, vendepatria estas frustrada porque no puedes tener hijos, tienes el útero seco. Las serpientes como tú no pueden tener hijos”! Los cobardes parece que se ensañan con una pobre mujer que además consideran que es estéril. Estos son los representantes de una Revolución, que dicen que devolvió la dignidad a la mujer cubana.
La mujer objeto de esta acto de maldad sin límites, tiene que seguir escuchando toda suerte de improperios, obscenidades y suciedades, y los desvergonzados siguen: -¡”Negra cocoropinta, te vamos a estirar las pasas, seguro tienes un moño postizo, que vas a  hacer en los Estados Unidos”! Aquí hay que agregar que estamos en presencia de una señora de la raza negra que posiblemente gestiona su salida a los Estados Unidos, y esto molesta a la turba de revolucionarios. Recordemos que los revolucionarios o comunistas cubanos siempre han considerado que la Revolución “bajo de la mata (árbol)” a los negros. Hiriendo con estas expresiones la sensibilidad de buena parte de nuestra población de la raza negra, que es por derecho, parte insustituible de nuestra nacionalidad.
Como ven en este caso una mujer, negra, disidente, con problemas de salud y haciendo uso de su derecho a emigrar es atacada sin conmiseración. No hay dudas, la virtud ha sido desterrada. Un monstruo sórdido ha sido engendrado en la conciencia ciudadana del pueblo cubano.
En otro acto de repudios, de esos que últimamente se hacen frecuentes en Cuba, pudimos incluso ver los rostros de los protagonistas que participaban en la turba. -¡“Rata inmunda”! gritaban a una joven esposa que conocí allá en la Habana y que es ejemplo de abnegación y buenos modales.
-“! Na” ahí viven uno de esos mercenarios, un tipo de los “desechos humanos”! , agrego uno de los perros amaestrados. Porque esta vez el escenario es frente a una casa en que  uno de los integrantes de la familias es un minusválido, o un retardado metal. Y así sin la más mínima compasión, la turba, grita: -¡”El hijo es anormal!”, -¡”que se vayan los anormales”!– ¡”que se vayan – abajo los mercenarios!” – ¡Juju anormal!”. Las expresiones que califican  las víctimas de estos actos como, homosexuales o lesbianas son frecuentes, siendo como son expresiones muy ofensivas.
En un acto de repudio del que fue objeto el ex -preso de conciencia, abogado e invidente, Juan Carlos Gonzáles Leiva; un niño, si eso, un niño, lleno de ira decía: - ¡“si lo cojo lo mato”!; mientras otros gritaban: -¡“abajo los derechos humanos”!, -¡”salgan ratones”!,  -¡“vamos a atravesar la casa con un tanque de guerra, derechos humanos es la revolución”! – ¡“retírenles servicios de agua y electricidad y vamos a llenarle la casa de gas insecticidas contra los mosquitos”!.
Dejo en suspensos estas palabras, proferidas por una jauría de aberrados. Para ustedes, hombres y mujeres de distintas nacionalidades que  lean este artículo, espero que lleguen a comprender la magnitud del drama que vivimos los cubanos. Al menos muestren un mínimo de comprensión.
Los hombres y mujeres víctimas de estos actos, son solo eso, víctimas de un régimen de opresión, que pisotea la dignidad humana. Los otros, esos que gritan y agreden son también víctimas, convertidas por obra de una Revolución traicionada en desechos humanos.
Dios tenga misericordia de nuestro pueblo, donde los gobernantes y muchos de los gobernados abundan en obras de maldad y son diestros en iniquidades. País que se hace infeliz y donde la misericordia se hace vergonzosa y los corazones se han endurecidos al límite, de  no poder discernir cuales son los caminos conducentes a la Paz y la Concordia Nacional.
Nota: todas las expresiones usadas en el presente artículo, han sido tomadas de reportes desde la Isla.
©2005
Video de un acto de repudio en Cuba. En los últimos años con la introducción del teléfono celular en Cuba y cámaras de videos se obtienen mejores testimonios gráficos de estos actos miserables que se siguen practicando en Cuba.

Este video muestra parte del acto de repudio a Sara Marta Fonseca Quevedo y su familia, el 18 de abril, en su casa en Río Verde, Boyeros en La Habana.

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